Capitulo 8

Federico habla con mucho rencor. Siente desprecio hacia Lorenzo por su vicio de seguir a los chicos cuando hacen pis. Lo odia por haber seguido a su amigo. Su enfado es bastante exagerado. El amigo no le dice nada.
--¿me has oído, Madi ?
--sí, y que quieres que te diga…
A Madi le da igual lo que haga Lorenzo. Federico lo mira con un odio atroz. Federico finalmente no dice nada más para evitar que sospeche algo. Y es que ni el mismo Federico entiende esos sentimientos que le ahogan, que lo queman por dentro cuando ve a Lorenzo.

Días después… Lorenzo está en la biblioteca. Ve que va al lavabo un chico árabe. No es que le guste especialmente pero le atrae que sea de otra raza. Le gustaría ver que tal tienen la verga.

(KARIM EL KAREM)

El árabe está en el urinario pero se va muy precipitadamente al ver el interés de Lorenzo en su “cosita”, Federico llega a la biblioteca. Está con ganas de hacer pis. Entra en el lavabo. Ve a Lorenzo en el urinario. Por un lado siente rechazo pero por otro lado siente rabia porque Lorenzo se fijó en su amigo y no en él. Quiere ver sí Lorenzo lo recuerdo. Lorenzo iba a irse pero al escuchar que entra alguien, aunque ya no tiene pis, pues se queda por si es un chico guapo el que llega. Federico siente un odio hacia Lorenzo que no puede controlar, mezclado con un fuego interno que lo ahoga. Están el uno al lado del otro pero Federico está totalmente girado. Le da la espaldas a Lorenzo y hace pis así. Lorenzo siente la homofobia del chico y no lo mira para nada. No quiere tener problemas.
--¡que chico tan exagerado¡ ¡--piensa—para hacer eso haberse encerrado en el urinario.
Ha seguido a muchos chicos al lavabo y nunca le había pasado algo así.
--¡¡menudo tesoro que debe esconder¡ --piensa.
Eso aumenta su libido. Le mira la cara. El odio de Federico lo hiere. No le dice nada. Lo mira con mala cara y vuelve a su sitio. Ese encuentro ha dejado inquieto a Lorenzo. Nunca me había fijado en ese tipo, no recuerdo haberlo visto antes pero ese día Federico ha removido algo en él…
--No es de mi tipo… --dice para sí-- No sé si es que me gusta porque tiene algo especial o es que estoy desesperado y por eso me pone cachondo…
Resignado y frustrado vuelve a su sitio. Siente la mirada de Federico sobre la de él.
--¿y a este tipo qué le pasa conmigo? –dice Lorenzo para sí.
Federico le demuestra un gran odio y le da miedo.

Al día siguiente, tanto Lorenzo como Federico van a la biblioteca pensando el uno en el otro. Deseando encontrarse. Lorenzo está leyendo. Se le van los ojos tras el trasero de Federico. Le gusta mucho el hombre. Se ha quitado la barba.
--¡¡que guapo está así¡ --piensa Lorenzo para sí.
Federico se acerca a una chica que está sentada en la mesa de enfrente a Lorenzo. La saluda amistosamente.
--¿y será su novia? –piensa.
A Lorenzo le duele que ese nuevo guapo que le guste sea otro amor frustrado.
--igual nunca me atrevería a tener nada con él… demasiado violento –piensa.
El hombre le gusta pero no olvida la mirada de odio que le lanzó el día anterior. Eso hace que evite mirarlo aunque es guapo y se le van los ojos tras el trasero. Federico habla con la chica.
--¿Madi no ha venido contigo?
--sí, está fuera… Ahora sube.
Lorenzo mira de reojo a Federico.
--¡está guapo¡ --piensa.
El día anterior iba a de sport pero ahora lleva jeans.
--¡que bien le quedan¡ --dice Lorenzo para sí.
Se le ve buen trasero y le gusta.
--¡¡ojalá vaya al lavabo y pueda seguirlo¡ --piensa.
Luego recuerda el encuentro del día anterior.
--¡estas loco¡ ¡¡esté es capaz de romperte la cara¡
Federico le gusta mucho pero le asusta y prefiere que éste no sepa ni que existe. Federico está distraído hablando con la chica y no se da cuenta de las miradas de deseo que le está lanzando Lorenzo. Madi se acerca a ellos. Abraza a su amigo. Besa en los labios a la chica a la que llama cariño. Es en ese momento cuando Federico se da cuenta que Lorenzo los está mirando. Lorenzo baja la mirada y Federico siente rabia al creer que Madi quien le gusta.
--Mira, el maricón… Te está mirando… --susurra Federico a Madi.
La novia de Madi está sentada. Los dos hombres de pie, hablan.
--Tu amigo el gay te estaba mirando el culo… --Madi burlón.
Lo rechaza aunque a la vez le gusta. Por dentro le hace arder el deseo de de Lorenzo.
--¡¡que asco de tío¡ ¡¡los tipos como él deberían estar muertos¡
--tampoco seas exagerado.
Federico se está alterado. Madi lo agarra del brazo:
--Ven, que te dé el aire… Nos van a llamar la atención.
Lorenzo los ve irse juntos y ve como Madi le tiene agarrado del brazo. Eso le ha puesto cachondo.
--¿es que tendrá algo con el negro?
Lorenzo se pone enfermo de imaginar una orgía sexual entre Federico, el negro y él.

Federico está alterado. En la calle se muestra violento. Madi no entiende porque le molesta tanto que un gay se sienta atraído hacia él.
--Tú eres hetero, él gay ¿cuál es el problema?
Federico está excesivamente molesto.
--¡¡no quiero que me mire¡ ¡¡la próxima vez le parto la cara…¡¡
En el fondo le gusta, le molestó no sentir su deseo y ahora le halaga ver que sí, que Lorenzo siente algo por él.. Le gusta y a la vez manifiesta rechazo.
--¡¡Yo odio a los gays…¡ ¡¡no quiero a esa gente cerca¡ --dice a Madi.
Es algo que dice más para convencerse así mismo que porque lo sienta.
Su mente viaja al pasado. Recuerda algo que le sucedió hace unos meses.
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Unos meses antes. En una discoteca conoció a una mujer bellísima. Se besaron, ella le hizo sexo oral. Él jugó con los grandes senos de ella. Fueron a casa de ella.
--deseo verte desnuda... deseo hacerte al amor --jadea él.
--pero antes te tengo que contar algo...
--luego... luego... --Dijo el excitado.
Llegan a casa de ella.
--sírvete una copa. Ponte cómodo.
Federico se desnudó de prisa. Esta muy excitado.
--¡¡apúrate¡
Esa mujer le gustaba mucho y necesitaba poseerla. Oye que llega.
--POr fin...
Él esta de espaldas. Ella no dice nada. El se gira. Se lleva las manos a la cabeza defraudado. Con timidez ella dice:
--esto es lo que te quería decir.
Federico se ha quedado congelado. Esa mujer tan bella tiene pene y testículos. Se tapa la boca con horror. Se lleva las manos a la cabeza. Está furioso.
--¿¿¿que tomadura de pelo es esta? ¿¿¿¡¡te querías reir de mi?¡
Y la zarandeo furioso:
--¡¡no te van a quedar ganas de volver a reírte de otro¡¡
Ella trata de defenderse:
--¡¡es que me gustabas mucho y tampoco sabia si te habías dado cuenta¡
A Federico no haberse dado cuenta le hizo sentir muy humillado. También el quedarse con las ganas de sexo porque le gustaba mucho. Le grita, le insulta. Ella hasta tuvo miedo que la golpeara. Finalmente Federico agarró su ropa y se fue. Se queda en el vestíbulo para vestirse. Da unos puñetazos. Unos golpes y finalmente entra. Ella lo mira a la expectativa. Federico la besa y acabaron fornicando.
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Ese recuerdo lo atormenta porque le gustó mucho. No gozó sólo con los atributos de hembra sino con los de macho.
--¡¡no soy gay¡ ¡¡no soy gay¡
Federico está muy molesto. Madi le sonríe.
--Ya lo sé… Aunque con el tiempo que hace que no tienes novia… No sé… a lo mejor tengo que pensar mal.
Madi lo dice con ironía. Para él Federico es el chico más hetero del mundo. No entiende porque Federico se ofende tanto.
--¡a mí no me insultes¡ ¡¡si no tengo novia es porque no he encontrado a nadie, no porque sea gay¡
--si claro… Era broma…
--¡¡Pues no me gustan tus bromas¡
Madi trata de disculparse, que no se vaya pero Federico se aleja de su amigo muy enojado. Lo que más le preocupa es que se le haga fama de gay.
--Necesito una mujer –dice para sí.
No ha tenido novia porque después de la experiencia con el travesti pues no le ha apetecido pero ahora lo ve necesario para evitar que se especule sobre sus inclinaciones sexuales.