miércoles, 3 de marzo de 2010
Capitulo 16
Delfina estira del brazo a su hermano para que salga de la cama.
--¡es que no te la puedes pasar llorando por Fede¡
Lorenzo se muestra apagado.
--Ya sabes que no me gustan esos lugares...
--¿¿y es que no te apetece coger con un chico guapo?
Lorenzo pone cara de decir: Obvio.
Delfina le pega un empujón a su hermano, lo tira de la cama.
--¡pues no te va a venir a buscar aquí¡ --le reclama.
Lorenzo se levanta. Enciende un cigarro. Es lo único que lo relaja. Delfina se enoja con él.
--¡Ya deja esa mierda...¡ ¡¡lo que necesitas es un hombre¡
Lorenzo da una calada. Se encoje de hombre.
--¿y qué hago si Flor y yo tenemos los mismos gustos?
Lorenzo siente una gran tristeza dentro de él:
--De los dos hombres que me he enamorado... Los dos han estado con ella.
Delfina acaricia el rostro de su hermano con mucho cariño:
--No habrá una tercera... Eso te lo juro.
Lorenzo se sienta en la cama. Fuma. Delfina trata de animarlo.
--Es la mejor fiesta de la ciudad... Va todo el mundo. Chicos guapos, borrachos... ¡Es polvo seguro¡ Esta noche no falla...
Lorenzo mira a su hermana con ojos libidinosos. Hace años que no tiene penetración con un hombre.
--¿no me digas que no te apetece?
Lorenzo tiene cara de sí pero también tiene miedo. No quiere que se vuelvan a burlar de él.
--ahora sólo me importa Fede...
Delfina levanta a su hermana a la fuerza.
--¡¡¡¿pero qué les da ese imbécil? ¡¡es mayor, no es guapo¡
Lorenzo sonríe. Fuma:
--pues a mí me encanta...
Delfina pone una llave de hotel en la mano de su hermano. Éste la mira sorprendido.
--¿qué es esto?
--Te alquilé una habitación en el hotel de al lado de la fiesta...
--¿y para qué quiero eso?
--Bueno... esta noche podrás coger con alguien... Seguro que sí y con tu disfraz de cura... ¡vas a arrasar¡
Lorenzo tiene ganas pero no se anima.
--Y en todo caso... pues llamamos a un profesional... Ese cobra y punto... pero tú hoy no te quedas sin sexo –Delfi.
A Lorenzo le parece humillante tener que pagarle a alguien para que se acueste con él. No olvida que el único hombre que se ha acostado con él es por dinero.
--¿es que crees que nadie puede querer coger conmigo? –pregunta a su hermana dolido.
Delfina le sonríe:
--Claro que puedes... Eres tú el que no te lo crees... Tienes que venir a la fiesta... Hoy seguro que es un gran día...
Lorenzo se da por vencido:
--esta bien... vengo...
Delfina lo abraza contenta.
--¡¡será genial¡
--pero espero no tener que arrepentirme...
Delfina le sonríe:
--¡que es una fiesta¡ ¡¡no pasa nada¡¡ Si no te lo pasas bien pues mira usas la habitación ni que sea para dormir pero que usas la habitación la usas...¡
--Si vale... me cambio y voy...
Delfina besa a su hermano. Iba a salir pero Lorenzo la llama. Mirando el vestido dice:
--¿y qué llevo dejado?¿pantalones o calzoncillos?
Delfina se le ríe. No dice nada. Lorenzo se lo pone por encima de la ropa. Está triste. No piensa que tener sexo con cualquiera vaya a ser especial aunque le apetece. Día a día Federico está más presente en sus pensamientos. Aunque apenas se han tratado, Lorenzo siente que se está enamorando de ese hombre. Es con él con quien le gustaría vivir una noche loca de pasión pero está convencido que eso es del todo imposible.
Mientras, Flor y Fede están desnudos frente la cama. Se visten juntos. Él tiene el traje.
--más que de novio parece de policía...
--Sí es que es guarda civil...
Ella lo va besando. Le gusta mucho tenerlo desnudo.
--te violaría –dice ella.
A él cada vez le da más asco que su novia le toque.
--vamos a llegar tarde... Además... mañana nos casamos...
Ella lo besa pero él la rechaza.
--¡espera a mañana¡
Federico está algo triste. No sabe qué va a hacer de su vida. Va a casarse con Flor. Tendrá que cumplirle a ella y en cambio no hace más que pensar en el hermano. En Lorenzo.
--¿te pasa algo? Te quedaste pensando.
Federico fuerza una sonrisa para que ella no sepa que piensa en el hermano.
--¿te das cuenta? Hoy es nuestra despedida de solteros...
Flor sí se muestra ilusionada. Lo abraza.
--¡no me lo puedo creer¡ ¡es que estoy tan feliz¡¡
De cara a ella él también se muestra feliz pero cuando ella no lo mira pone mala cara.
--Eso sí de beber lo justo...
--¡pero es una fiesta y además la última como soltero¡
--¡pobre de ti que te emborraches, mira que la boda es temprano... ¡Cómo me hagas una jugada te las cargas¡ ¡¡Mañana tiene que ser el día más feliz de nuestras vidas...¡
Ella lo regaña pero con cariño.
--si, tranquilo. Me tomo una cerveza y punto.
Se acaban de vestir. Se miran al espejo.
--¡sí parecemos una pareja de novios¡ --dice ella emocionada.
Él le guiña el ojo. Le hace gracia pasearse vestidos de novios ante todo el mundo cuando al día siguiente van a casarse en secreto.
Llegan a la fiesta tomados del brazo. Justo se encuentra con la monja y el cura que acaban de llegar. Flor saluda a sus hermanos. A Lorenzo le dan muchos celos al ver al chico que le gusta del brazo de su hermana y vestido de novio. Lorenzo y Federico se miran con mucha intensidad. Delfina se ríe de la coincidencia.
--Vaya vosotros los novios y él –Lorenzo—el cura... ¿os podría casar?
Delfina habla con mucha ironía. Lorenzo va diciendo que no con la cabeza. Ni en broma haría eso. Delfina sigue riendo:
--pero sí eres un cura trucho... –dice con sarcasmo—no le hagas esto a tu hermana... Ya que nunca nadie se casaría con ella, almenos que tenga una boda trucha...
Flor mira a su hermana con desafío. Fede le guiña el ojo. Se van los dos juntos. Fede siente la mirada de Lorenzo clavada en su trasero y eso le pone nervioso. Le hace arder. Quiere girarse. Mirarlo.
--¡¡no lo hagas, no lo hagas¡ --se dice para sí.
A Lorenzo le duele verlos aparentemente felices. Delfina lo regaña.
--¡que se van a dar cuenta...¡ ¡¡no les des el gusto que te vea sufrir...¡
Delfina enseguida es sacada a bailar. Aunque Lorenzo le promete que lo pasará bien. Se amarga viendo a Federico y a Flor. Para olvidar las miradas de Lorenzo Fede va bebiendo.
--Mira que si te emborrachas me vas a oír...
--Tranquila... Yo controlo....
Al cabo de un buen rato, Federico va al lavabo y Lorenzo lo sigue. Se coloca a su lado en el urinario. Están los dos solos, el uno al lado del otro. Federico lo mira sorprendido. Está algo ebrio.
--¿cómo piensas mear con el hábito?
Lorenzo no ha pensado en eso pero no quiere perder la oportunidad de estar al lado de Federico. Está muy separado y Lorenzo le ve la gran verga con claridad. Está cachondo. Fede está bastante borracho y eso hace que no le preocupe Lorenzo. Éste se levanta el habito y luego se desabrocha los pantalones. Se fuerza a hacer pis. Federico se va tambaleando.
--siempre nos encontramos así... –dice Fede.
El uno mira la verga del otro. Están cachondo.
--así...
Ambos están nerviosos y excitados.
--¿es que te la pasas meando? –dice Federico con ironía, sabe que lo ha seguido y eso le hace gracia.
--¿y tú?
--A mi no me gustan las vergas...
--Pues me la estás mirando...
Lorenzo se ha dado cuenta que se la miraba y lo menciona por decir no porque cree que le gusta. Fede lo mira con cara de querer besarlo y matarlo.
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