miércoles, 3 de marzo de 2010

Capitulo 23



Federico maneja muy de prisa. Está ansioso, está desesperado.
--¡tengo que llegar antes que Emilio se aproveche de la situación¡
Federico no soporta los celos al saber tan cerca de Lorenzo otro tipo que está dispuesto a darle todo lo que quiera. LO que no se imagina es que Lorenzo también está en su auto. Va para allá.
--¡¡Fede no se va a burlar de mí¡ ¡¡Florencia sabrá toda la verdad.
Se encuentran a mitad de camino... Federico sonríe.
--mi amor, viniste a buscarme... –dice Federico saliendo del auto.
Lorenzo también sale. Va como loco.
--¡espera... yo te lo puedo explicar¡ --Fede desesperado.
Lorenzo lo golpea lleno de rabia...
--¡eres un cabrón...¡
Fede lo besa. Lorenzo otro puñetazo y Fede otro beso. Tercer puñetazo, tercer beso... cuarto beso... Quinto beso. Se funden el uno en brazos del otro. Lorenzo se sienta en el capó del auto. Mira a Fede triste.
--¿porqué me has hecho esto?
Federico le agarra de la mano:
--perdóname
Lorenzo lo mira. Su rostro lleno de lágrimas llena de ternura a Federico.
--no estoy preparado para que todos lo sepan...
--¿y yo qué? –pregunta Lorenzo con un hilo de voz.
--Ya no nos podemos seguir viendo . Yo no puedo venir, tendrías que venir tú si quieres.
--¿¿crees que después de lo que me has hecho yo voy a continuar a tu lado?


Federico se muestra angustiado ante Lorenzo. No lo quiere perder.
--la última palabra la tienes tú.
La respuesta de Lorenzo es clara:
--tú estás por encima de todo.
Federico lo abraza contento y se vuelven a besar. Entran en el auto de Fede y la pareja celebra su reconciliación de la manera que más les gusta: haciendo el amor. Lorenzo está que salta de una pata. Federico es su felicidad y por él está dispuesto a enfrentar lo que sea. Mientras Federico se sube los pantalones Lorenzo le dice:
--soy el hombre más feliz...
--Pero no quiero enfrentar a tu hermana, no quiero que le diga a todo el mundo que me deja por maricón... Tendremos que ser aún más discretos ¿que me dices?
--sí, sí¡¡¡¡
Lorenzo lo abraza llorando de felicidad. Le duele tener que estar a escondido pero sabe que sólo con él puede ser feliz.
--te amo y el resto del mundo no me importa.
Federico mira a Lorenzo conmovido. Él y Flor han sido las personas que lo han amado con más intensidad, que más se la han jugado por él. En el caso de Lorenzo no sólo es amor sino un fuerte deseo que ninguno de los dos puede ni quiere controlar. A Federico le excita sentirse tan deseado. Los interrumpe el celular de Fede.
--Ya hace rato que te llamaban... debe ser Flor –Lorenzo con celos.
Federico mira el celular:
--No conozco el número.
Lorenzo se angustia pues él si conoce el número:
--¡¡es el de Montserrat¡¿y si pasó algo?
Fede empalidece ante las palabras de su suegra.
--Si, ahora voy para ya...
Federico no sabe cómo comunicarle esa noticia a Lorenzo.
--¡ya dime¡¿¿qué pasó?
--Tu hermana... Flor... Está en el hospital... Se ha intentado suicidar.
Lorenzo se ha quedado en shock. Federico trata de acariciarle de la mano pero él se aparta brusco. Ninguno de los dos se dice nada. Ambos hacia la ciudad en sus respectivos autos. Federico sí va al hospital. Lorenzo no se atrevería a mirar a los ojos a su hermana. Va a casa de su padre. A Buscar a Delfina. Delfina recibe a su hermano sorprendido.
--¿no me digas que viniste por lo de Florcita? –dice con ironía.
Para Delfina sería una alegría que su hermana se muriera. Lorenzo enciende un cigarro. No puede con la culpa.
--Fue por mi... Me sorprendió con Fede...
--¿y qué hacías con Fede?
Lorenzo fuma con ansiedad.
--¿y tú que crees?
Delfina se ha quedado pálido.



Al cabo de un rato...Lorenzo está muy nervioso en su casa. Va de arriba abajo.
--¡cálmate ya que me pones nerviosa¡ --Delfina .
--¿¿y porque no llaman??
--ya verás como no es para tanto…
Lleno de culpa, Lorenzo dice:
--Si Flor se muere…
Delfina no lo deja continuar:
--¡¡por favor… si se hubiera querido morir se habría tomado las pastillas en su casa y ya estaría muerta… todo es un truco de ella para llamar la atención y que le dejen hacer lo que quiera¡
--¿tu crees?
--claro…
--Igualmente no hice bien al meterme entre Fede y ella…
--¡No caigas en su juego…Sólo ella es culpable de sus locuras¡¿porqué lo hizo aquí? ¿no ves que es un truco para separarte de tu hombre? ¡¡Es una ladina¡ --dice Delfina con desprecio.
--sí, tiene a quien salir…
Ese comentario molesta mucho a Delfina pero no puede decir nada. Se callan porque llega su padre. El hombre está muy molesto.
--¿¡está bien?¡ --Lorenzo .
--si, tu hermana está bien… sólo tiene que descansar. Supongo que ya estará en su casa, con su marido.
Lorenzo suspira aliviado pero a la vez le dan muchos celos saber que el matrimonio está junto. Delfina está furiosa.
--¡Esta Flor siempre tiene que llamar la atención¡ ¡¡No sé porque tuviste que reconocer a esa bastarda¡
Raúl se pone una copa.
--¡¡Esa está ya perdida… que haga lo que quiere¡
Delfina sonríe por el odio con el que su padre trata a Flor.

Montserrat es totalmente diferente a su esposo. Ha ido con Fede y Flor a la casa de éstos. Mientras Fede se queda en el salón, la mujer ayuda a la chica a meterse en la cama.
--¡¡¿Cómo has hecho una locura así?¡¡ ¡me tienes que jurar que jamás volverás a hacer una locura como esta¡¡
A pesar que no se quiere morir y que el lavado de estómago ha sido la peor experiencia de su vida y no quiere volver a pasar por lo mismo, Flor dice a su madre:
--¡¡si Fede me deja no quiero vivir¡
--pero hija… si Fede no quiere estar contigo…
Flor no deja de llorar.
--¡¡Fede es mío…¡ ¡¡Fede es mío¡
La joven no deja de llamar a su marido. Montserrat acaba dejándolos solos. Fede se acerca al dormitorio. Se siente incómodo. Flor, débil, le pide que se siente a su lado. Le agarra de la mano.
--esta es la mayor prueba de amor que podía darte…
Federico está angustiado. No puede creer que alguien haya atentado contra su vida por el. Se lleva las manos a la cabeza. Está muy angustiado.
--¿¿¿Cómo has hecho una cosa así???¡¡te podías haber muerto¡¡
--¡¡no me importa si podía estar contigo… Si no te tengo es mejor que muera¡
Él, asustado, la mira muy serio. Le pone las manos en las mejillas y le dice:
--¡¡ni yo ni ningún hombre merece la pena para que pongas en riesgo tu vida…¡¡
--no te pongas así… yo sabía que tu amor me salvaría
--¡¡júrame que pase lo que pase nunca harás nada que ponga en peligro tu vida¡¡
--te lo juro –dice ella –si tú no me dejas.
Él muy enfadado dice:
--¡¡me das miedo Flor … voy a creer que estás loca¡¡¡
Fede le agarra las dos manos y muy serio dice:
--tu vida no es un juego… ¡¡júramelo que nunca más la pondrás en peligro que no harás ninguna locura parecida¡
--lo juro… te tengo a ti ya no pasará nada…

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