miércoles, 3 de marzo de 2010

Capitulo 14



Flor se ha golpeado contra una mesa por culpa de su padre. Flor se toca la sangre y mira a su padre con odio pero éste no se inmuta.
--muy bien hecho... así aprenderá a ser decente –dice el padre de Sonia.
Uno de los compañeros de su padre es el que auxilia a Flor :
--necesita puntos... hay que llevarla a urgencias...
A regañadientes el padre de Flor lleva a su hija al hospital. Le deja bien claro que no debe contar a nadie ni a la familia lo que ha pasado. Flor no pierde ocasión:
--me callaré, diré lo que tú quieras pero tú no te volverás a meter en mi relación con Fede . Yo seguiré a su lado haciendo lo que quiera con él pese a quien pese.
El hombre la habría matado pero no le queda más remedio que aceptar.

Flor no quiere que su novio sepa lo que le ha pasado pero a Fede se lo cuenta el hijo de un compañero de su padre. El chisme llega a oídos de la madrastra de Flor que echa una fiera se enfrenta a su marido. Entonces el padre de Flor dice a su hija:
--¡¡olvídate de Fede , no lo volverás a ver¡¡
--¡¡si no me dejas seguir con Fede iré a la policía y te denunciaré por malos tratos¡¡ --Flor .
Él levanta la mano para golpear a su hija pero su esposa lo impide. Delfina goza mucho lo que pasa. Lorenzo se siente muy triste. Está triste por Flor y por Fede sobretodo. Le duele pensar que su amado lo está pasando mal y él no puede acercarse a él. Ayudarlo. Flor y su madrastra hablan. La mujer trata de hacer ver a su hija que no debe seguir con Fede pero Flor no piensa hacer caso a su madrastra. Preocupado, Fede llama a su chica. Lorenzo toma la llamada. Siente muchas cosas al escuchar la voz de su amado. Le nota angustiado y le gustaría decirle muchas cosas pero no lo hace. Le pasa el teléfono rápidamente a Flor a pesar que toda la familia (menos Lorenzo) le pide que cuelgue. Mientras Flor habla con su amante, Delfina se enfada con su hermano por haberse puesto del lado de Flor . Fede habla de lo culpable que se siente por todo el mal que está provocando a la chica. Flor no deja de decir que lo ama.

Fede la espera donde siempre nervioso. La chica no llega y algo lo atormenta.
--¿¿y si su familia le hizo algo?
Siente culpa de todo lo que tiene que pasar la joven por culpa de él cuando su amor no es sincero pero sabe que nadie lo va a defender como Flor. No quiere perder a la chica que más lo quiere y además necesita novia. Tiene miedo que si no tiene novia sus dudas sean mayor, que ese sentimiento que quiere borrar crezca. Teme que si no tiene novia la gente empiece a murmurar cosas de él y ese es su mayor pánico. La ve llegar. Se queda quieto ya que no sabe cual es su reacción. Flor se lanza a sus brazos. Lo besa enamorada. Después se van a dar una vuelta los dos bien abrazados.
--¿Te pasa algo? –le pregunta ella a él porque no la mira a los ojos.
--No ¿y a ti? –pregunta él ya que la nota aferrándose a él con desesperación.
Flor lo mira a los ojos y segura le dice:
--Que te amo… te amo mucho…
Él sonríe.
--Lo sé. Yo también…
Se acarician y se besan y él le dice pícaro:
--¿vamos ya a mi casa ?
Ella hace que sí con la cabeza. Los dos se miran con deseo. Fede le hace el amor con una pasión que ella jamás imaginaría que está pensando en otro, en Lorenzo. Después del placer lo abraza satisfecha y feliz:
--¡eres mío, sólo eres mío¡¡¡
--¿te pasa algo? –le pregunta él sorprendido por su efusivo abrazo.
Flor besa el tierno pecho desnudo del guapo chico y le dice:
--Que te amo.
Él sonríe, también se queda más tranquilo al ver que su novia no sospecha nada de sus deseos sexuales hacia Lorenzo. Flor se aferra con fuerza a él.
--No quiero volver a mi casa… ¿no me puedo quedar aquí?
Fede la acaricia con ternura.
--vamos a hacer una cosa… Tú vuelves a tu casa…
Ella lo mira triste pero él sonríe triste y sigue hablando:
--mientras arreglamos los papeles y en secreto nos casamos... ¡Así nadie nos podrá separar¡
Flor no se lo piensa.
-¡¡Sí¡ ¡¡sí¡
Ella apoya su cabeza sobre el pecho de su amado. A él se le escapa una lágrima. No sabe bien porqué se entristece al pensar en la reacción de Lorenzo al conocer de su boda. Siente un odio y un dolor que no llega a comprender.

Días después...Lorenzo está como siempre en la biblioteca. Se siente triste.
--¡No debo de pensar en Fede¡ ¡¡No debo¡ --piensa.
Hay dos chicos muy guapos cerca.
--si pudiera tener algo con ellos dos... –piensa.
No le saca los ojos de encima. Está deseando que uno de los dos (o si son los dos mejor). Se está haciendo pis.
--¡no puedo aguantar más¡ --se queja para sí.
Le da rabia que se esté haciendo pis y ninguno de los dos vaya al lavabo.
--¡ya da igual... que me lo hago encima¡ --dice para sí.
Lorenzo entra en el lavabo resignado. Se queda helado.
--¿¿qué hace éste aquí? –dice para sí.
Lorenzo no le había sacado los ojos a los guapos y ni había visto que Fede está en el local. Fede lo estaba esperando. No creería que ha sido casualidad. Le gusta sentir su deseo y a la vez le da rabia. No se aparta porque quiere provocarlo. Lorenzo traga saliva. Desde aquel día que le vio la verga no ha dejado de pensar en él y le apetece volver a quedar con él. Fede casi ni respira. No quiere que Lorenzo se dé cuenta que le pone nervioso, que le excita su presencia. Federico está muy separado. Todos son facilidades para que Lorenzo le vea la verga.
--¡pedazo de verga que estoy viendo¡ --dice Lorenzo para sí.
En el momento en ponerse en el urinario de al lado, Lorenzo clava su mirada en esa verga que tanto le gusta y tantas ganas tiene de saborear. Almenos se conforma con volverla a ver. Lorenzo está muy cachondo.
--¡que verga tiene¡ ¡¡que suerte de Flor¡ --piensa.
Siente rabia y envidia. Le da rabia imaginar a su hermana gozando de ese miembro. De ese hombre que le gusta. Siente la mirada de Fede. Lo mira con rabia para ocultar que él también lo está deseando.
--vaya –piensa Lorenzo—parece que no le ha hecho gracia el encuentro... Seguro que jamás me creería que fue una casualidad... ¡gloriosa casualidad¡
Aunque se muestra serio sonríe por dentro. Está contento de estar al lado de Federico, de lo que está viviendo.
Sólo es unos segundos. El momento en el que él se pone. El deseo es tan intenso que a Federico le da miedo lo que pueda pasar. Él no deja de pensar en la verga de Lorenzo y teme no controlarse. Lorenzo le ve la verga a Fede mientras se la está sacudiendo.
--¡Es gloria bendita pura¡ ¡que pedazo de verga¡ --piensa Lorenzo.
Federico se aparta de él. Lorenzo no lo mira. Siente la mirada de Federico penetrándolo. Es una mirada fuerte. Siente su odio pero no sabe entender que lo desea. Lorenzo no se atreve a mirarlo. No quiere tener un problema con él. Federico mira a ese hombre. Le gusta, le gusta ese hombre.
--¡me voy a casar con su hermana¡ ¡¡maldita sea¡ --dice para sí.
A Fede no le gusta nada eso de sentir una atracción tan fuerte hacia un hombre y menos hacia su futuro cuñado.
--¿qué me está mirando tanto?¿es que me va a pegar? –piensa Lorenzo asustado.
Lorenzo sabe que Fede es muy agresivo y que lo odia. Aún tiene en el rostro señales de los golpes que le dio.
--¡me pasé... no debí mirar¡ ¡¿en que estaba pensando? –dice para sí.
Pero Fede le gusta mucho y no se ha podido controlar.
--¡me voy a meter en un lío si sigo así¡ --piensa Lorenzo.
Fede sale del baño. Le pega un puñetazo a la puerta. Lorenzo tiene miedo, siente que ese golpe iba dirigido a él. No se imagina que es un golpe de rabia y frustración para tratar de calmar un poco todo lo que Lorenzo le está haciendo sentir. Fede se encierra en otro baño. Se mira al espejo. Está sofocado.
--¿¿qué me está pasando?¿qué?
Se lava bien la cara. No puede dejar de pensar en Lorenzo. No ha acabado de hacer pis. Se encierra en el wáter para hacer pis. Mientras Lorenzo abandona el recinto, le da miedo encontrarse con él. Fede en el lavabo se enoja consigo mismo.
--¡no te gustan los hombres¡ ¡¡tú eres macho¡
Recuerdo como agradable el sabor de la verga del travesti al que se la chupó.
--¡Creí que era una mujer¡ --se justifica.
Pero es una excusa porque a Lorenzo lo sabe hombre y le encantaría probar su cuerpo. Vivir la pasión que siente.


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